Hoy en día, solicitar un crédito online es muy fácil, ya que en pocos clicks puedes obtener hasta 800€ en tu cuenta casi sin hacer trámites ni papeleos. Estos préstamos tienen una fecha de vencimiento de hasta en 30 días sin que suponga una recarga en los intereses de su crédito.
Pero… ¿y si llega el día del vencimiento y por cualquier motivo no puedo pagar en ese momento? Tranquilo, no entres en pánico, ya que te damos alternativas para que ese pequeño retraso en el pago no suponga un incremento excesivo de los costes de tu crédito personal.
Llegó el día del vencimiento.
Si el día del vencimiento ha llegado y no puedes afrontar el pago de la cantidad restante que debes de tu préstamo, la opción más recomendable es pedir una extensión del mismo.
Esto lo puedes realizar a través de tu área de cliente , poniéndote en contacto con tu entidad de crédito o llamando al teléfono.
Con el servicio de atención al cliente podrá acordar una nueva fecha de vencimiento para su préstamo que sea beneficioso tanto para usted como para su entidad de crédito.
Para nosotros, que un cliente solicite una extensión puntual de su préstamo, supone que es un cliente responsable, y que en un futuro se podrá beneficiar de las ventajas de ser un cliente VIP.
Si, por el contrario, ya sabe que no va a poder contar con el dinero que debe de su préstamo personal, lo que recomendaríamos, es que intente pedir prestado ese dinero su entorno más cercano para devolverlo cuanto antes y así conseguirá que los cargos por demora dejen de aumentar y su deuda no sea cada vez mayor.
En ambos casos, lo primero que debe hacer es ponerse en contacto con su entidad de crédito y explicar la situación en la que se encuentra, las causas de la demora y la fecha aproximada en la que podrá abonar la totalidad de su préstamo.
Así podrá acordar una nueva fecha de vencimiento que se puede alargar hasta 30 días.
¿Y si no pago?
No abonar un préstamo contratado no es una buena idea, ya que se aplicarán cargos de demora sobre la deuda contraída y tras un periodo de impago, se te podrá incluir en un fichero de morosidad que bajará tu calidad crediticia siendo imposible volver a pedir un préstamo en el futuro.
Si pasa un cierto tiempo y no se abona el total del montante debido, la entidad de crédito podrá iniciar un proceso de reclamación judicial.